Rana Arlequin
Hallan una rana que se creía extinguida
En los Andes colombianos
Sobrevivió a la acción de un hongo
Cuando la comunidad científica ya la consideraba extinguida por la acción de un hongo, un grupo de investigadores colombianos dio a conocer las imágenes de lo que podrían ser los últimos ejemplares de la rana arlequín.
También conocida como sapito pintado, la Atelopus ebenoides marinkeltei apareció a principios de este raes ante los ojos de los integrantes del Grupo de Estudios en Sistemas Andinos (GESA) durante una expedición a los páramos de Boyacá, en los Andes colombianos.
"La enorme importancia científica de este hallazgo es una esperanza que nos debe impulsar a tomar medidas urgentes para poder conservar estos últimos ejemplares, lo que se podría lograr con acciones in situ y la crianza en confinamiento. Para esto, sería necesario el respaldo institucional [local] y de la comunidad científica internacional", comentó Fabio Arjona, director ejecutivo de Conservación Internacional Colombia, que promovió la expedición junto con la Iniciativa Darwin y el Fondo para la Acción Ambiental.
Según el reconocido Libro Rojo de Especies Amenazadas, las ranas arlequín fueron vistas por última vez en 1995 y la causa de su extin¬ción se atribuyó a una epidemia de quitriodiomicosis, una enfermedad de la piel causada por el hongo que provocó la desaparición de una gran cantidad de anfibios.
La preocupación por la extinción y, ahora, la importancia de su conser¬vación se deben al mismo motivo: su función en el equilibrio ambiental de la región, donde hasta once años atrás habitaban las dos terceras paríes de estas ranas. Es que las 110 especies de la rana arlequín consumen una gran cantidad de insectos, por lo que actúan como "guardianes" de la salud de los ecosistemas.
El hallazgo, dirigido por el profesor Carlos Rocha, del GESA de la Universidad Pedagógica y Tec¬nológica de Boyacá, ocurrió en los páramos de La Sarna y Toquilla, y la expedición forma parte ávl proyecto Atelopus, destinado a conservar las distintas especies de estas ranas, cuya anatomía demostró ser altamente sensible a los cambios del entorno.
Fabiola Czubaj
En los Andes colombianos
Sobrevivió a la acción de un hongo
Cuando la comunidad científica ya la consideraba extinguida por la acción de un hongo, un grupo de investigadores colombianos dio a conocer las imágenes de lo que podrían ser los últimos ejemplares de la rana arlequín.
También conocida como sapito pintado, la Atelopus ebenoides marinkeltei apareció a principios de este raes ante los ojos de los integrantes del Grupo de Estudios en Sistemas Andinos (GESA) durante una expedición a los páramos de Boyacá, en los Andes colombianos.
"La enorme importancia científica de este hallazgo es una esperanza que nos debe impulsar a tomar medidas urgentes para poder conservar estos últimos ejemplares, lo que se podría lograr con acciones in situ y la crianza en confinamiento. Para esto, sería necesario el respaldo institucional [local] y de la comunidad científica internacional", comentó Fabio Arjona, director ejecutivo de Conservación Internacional Colombia, que promovió la expedición junto con la Iniciativa Darwin y el Fondo para la Acción Ambiental.
Según el reconocido Libro Rojo de Especies Amenazadas, las ranas arlequín fueron vistas por última vez en 1995 y la causa de su extin¬ción se atribuyó a una epidemia de quitriodiomicosis, una enfermedad de la piel causada por el hongo que provocó la desaparición de una gran cantidad de anfibios.
La preocupación por la extinción y, ahora, la importancia de su conser¬vación se deben al mismo motivo: su función en el equilibrio ambiental de la región, donde hasta once años atrás habitaban las dos terceras paríes de estas ranas. Es que las 110 especies de la rana arlequín consumen una gran cantidad de insectos, por lo que actúan como "guardianes" de la salud de los ecosistemas.
El hallazgo, dirigido por el profesor Carlos Rocha, del GESA de la Universidad Pedagógica y Tec¬nológica de Boyacá, ocurrió en los páramos de La Sarna y Toquilla, y la expedición forma parte ávl proyecto Atelopus, destinado a conservar las distintas especies de estas ranas, cuya anatomía demostró ser altamente sensible a los cambios del entorno.
Fabiola Czubaj
